Algo así querían decir nuestros abuelos cuando nos espetaban, ¡espabílate!
No seamos lánguidos, no seamos tenues., ¡actuemos!
Hoy tenemos la oportunidad de defender la familia, este baluarte que aun hoy nos sigue distinguiendo en el mundo.
Familia, unión de un hombre y una mujer, con tendencia a perdurar, abierta a los hijos y a la educación de los mismos.
Familia, célula de la sociedad.
Y en la sociedad como en el cuerpo humano si no protegemos la célula o si alguna se enferma corre peligro todo el organismo.
Una vez que vemos el peligro y tenemos el diagnostico debemos actuar. Ante este peligro que tenemos en la puerta de nuestra sociedad son varias las áreas en las que podemos actuar, como por ejemplo en educación, en los medios de comunicación, en política, sin dejar de lado nuestra propia familia y en todas ellas con el eje principal de la oración que no puede faltar dada la importancia del tema.
En educación, estando muy atentos con la enseñanza que reciben nuestros hijos y nietos en las escuelas ya sean de gestión pública o privada. Y en el caso de las privadas recordarles a las Catequistas, que no tienen ninguna atribución para recortar las Sagradas Escrituras, ni del Antiguo Testamento ni del Nuevo….Varón y mujer Dios los creo….no tomar a risa que en el colegio de añosos muros y tradición católica la catequista haga una reinterpretación de
Estudiemos, leamos, pero abrevando de las buenas fuentes. Conozcamos los Documentos de
Es tan importante la participación en la web que desde el partido gobernante han instruido a los “blogeros” para participar en todos los foros emitiendo opiniones a favor del gobierno. Que mejor distinción que ser “blogero de los tres principio no negociables”, de ponernos como meta defender la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, la familia como unión de un hombre y una mujer abierta a los hijos y a la educación de los mismos y el derecho de los padres sobre la educación de sus hijos.
Actuemos, no hagamos dejación de nuestros derechos.
Hagámosle llegar a nuestros representantes nuestra opinión.
Desde allí se sacan las direcciones de email y las direcciones postales, como los teléfonos para llamar a los despachos felicitando, que también hay que hacerlo a quienes corresponda o presentándoles, brevemente la postura ante el tema.
Considerando que quienes militan en pro del matrimonio homosexual buscan llevar la discusión hacia otros temas (discriminación, beneficios, homosexualidad, derechos de los homosexuales, etc.) porque sus argumentos respecto de la cuestión central son endebles.
Para el debate público los únicos argumentos relevantes son los racionales, no los de fe. Y hay razones científicas para promover un concepto de matrimonio varón-mujer.
Es falso que el fundamento de esta postura sea exclusivamente la fe católica; el fundamento es la razón, el sentido común. De ahí que no hay una imposición de las creencias de un sector a otro, sino un debate fundado en razones.
No usar expresiones negativas: “el matrimonio gay debe estar prohibido”, “estoy en contra del matrimonio gay”, sino siempre recalcar los valores positivos que impulsan nuestra perspectiva: “estoy a favor del matrimonio varón-mujer, del matrimonio en los términos del sentido común”, “apoyo este concepto de matrimonio, no aquel”, “estoy en contra de redefinir el matrimonio”.
El termino homofóbico surge en la década del 60 producto de una campaña de marketing orquestada especialmente con esos fines.
No permitamos que hagan parecer nuestros argumentos científicos como ideológicos. Cada vez que surjan debemos remarcar que la intolerancia reside en realizar ese tipo de calificaciones.
Nuestra visión no es conservadora, histórica o tradicional; debemos llamarla “racional” o de sentido común. Porque además de responder a cuestiones históricas lo hace a razones concretas aplicables hoy y ahora.
Debemos evitar que la discusión salga del plano racional, científico, jurídico y pase al emotivo. Muchas de las aparentes razones que hoy se esgrimen, son meras apelaciones a una sensibilidad cercana a la persona homosexual.
Debemos incorporar argumentos normativos como los invocados en
Es justo tratar igual lo igual y desigual lo desigual. Lo contario es una discriminación injusta.
Recordar el valor docente de la ley: el Estado a través de ella no debe transmitir el mensaje que la homosexualidad es una opción de normalidad.
Ya han sido vapuleadas las instituciones para que también la ley sea utilizada para una “ingeniería social” no deseada.
Dejar claro en nuestras intervenciones que:
El sujeto de derecho es el niño adoptado y no los padres adoptantes o adoptivos.
Grande ma! dale para adelante para seguir siendo inspiracion especialmente para tus propios hijos senal que tu lucha por la familia tiene consecuencias practicas en tu propia casa. Ma: mil gracias desde Sudafrica con carino. Agueda
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